martes, 14 de octubre de 2014

De aprender y enseñar

Como muchos que me conocen saben, me encanta mi carrera y me apasiona aprender siempre nuevas cosas y mejorar día a día. Pero hay una cosa que me mueve más que nada en el mundo: enseñar, compartir, ayudar a otros a crecer. Creo que en cada persona existe un potencial enorme de grandeza. Poder ser aunque sea una pequeña parte de lo que impulse a una persona a encontrar esa grandeza es un orgullo y un privilegio sin duda. Es la fuerza que me mueve y mi propósito de vida. :)

No podía dejar pasar este chiste malo, jajaja.

Desde que comencé a estudiar mi carrera, siempre me he preocupado por contribuir (de la mejor manera que mi limitada experiencia me permitiera) en ayudar a los demás y mejorar mi carrera. Fui preparador la mayor parte de mi pregrado y luego de eso, ayudante académico y finalmente profesor. Hasta donde la voz y el voto me permitieron en cada etapa, siempre intenté proponer nuevas herramientas que motivaran a aprender. Intentar mostrar un poco eso que siento al aprender algo nuevo, de la inspiración y el descubrimiento, para que otros puedan contagiarse quizá un poco y seguir aprendiendo y descubriendo por su cuenta.

Es por todo esto que muchas veces actúo como actúo. Soy el "profesor niño", aquel al que se confunde con un estudiante más si no fuera por la cara de viejo, jajaja. Muchos profesores creen que el camino al aprendizaje es a través del respeto y la distancia. ¡No estoy de acuerdo! Honestamente, creo que el mejor camino al aprendizaje es a través de la confianza, el humor y la automotivación constante. No sólo se crea el ambiente para que los demás aprendan más fácilmente, sino que a cambio terminas aprendiendo muchísimo más de tus estudiantes, tanto académica como personalmente.

Las responsabilidades de un profesor en una universidad, lamentablemente, no están centradas en la docencia y en la formación de los futuros gigantes. En cambio, está centrada en el descubrimiento y diseminación de nuevas ideas a través de la investigación. A pesar de que es algo que también me gusta y por lo que tengo un respeto enorme, no es realmente lo que me apasiona y es respecto a este único atributo que se mide la valía de un profesor e incluso de una universidad. He visto estudiantes de diferentes universidades que se enorgullecen al ver los rankings de universidades y ver sus propias casas en la delantera. Pero ese ranking lamentablemente no tiene nada que ver con la calidad de sus egresados, sino con la cantidad de publicaciones realizadas por profesores adscritos a ellas.

Creo que debería existir la figura del profesor docente, que pueda dedicarse a enseñar y no tanto a investigar. Así mismo la del profesor investigador, que sea justamente lo contrario. Conozco profesores a los que no les gusta enseñar, pero que son excelentes investigadores y eso es lo que les motiva. Eso está muy bien y tienen la suerte de vivir en un mundo donde ese talento es dado mayor importancia, pero deberían existir alternativas a ese filosofía. A su vez debería existir alguna medida, aunque sea difusa, de la calidad docente de una universidad (existen clasificaciones culturalmente aceptadas, pero ninguna formal o basada en argumentos sólidos). Y no lo digo por el reconocimiento involucrado, sino para que aquellos a los que nos apasiona enseñar tengamos la libertad de centrar nuestro trabajo y energía en justamente eso.

Y bueno, cuando comencé a escribir sobre esta entrada, en realidad se trataba de otra cosa pero me desvié, jajaja. Tengo en planes (aunque sin fecha de inicio estipulada) volver a estudiar mi carrera completa por cuenta propia y afinar los detalles que no comprendí por completo. De hecho, he estado haciendo eso ya por algún tiempo. Durante mis estudios, siempre que una materia me gustaba pero no la comprendía completamente hacía lo posible por dar la preparaduría en algún momento. Eso me pasó con una de mis materias favoritas: Traductores e Interpretadores. ¡Esa materia me encantó! Pero a duras penas la pasé (51/100 like a boss, jajaja). Y me fijé comprenderla, enseñándola. Y así fue. :)

¿Cómo planeo repasar mi carrera ahora? Leyendo más que todo, pero con un objetivo concreto en mente: Realizar un repositorio de guías y ejemplos de cada cosa que repase. De esa manera, no sólo aprenderé con mayor profundidad, sino que dejaré algo para que los demás puedan apoyarse en su aprendizaje también. Es un proyecto personal de gran escala y para el cual lamentablemente no cuento con tiempo ahora, pero me encantaría comenzarlo lo más pronto posible.

Y bueno, esto era lo que quería compartir por ahora con ustedes. Solamente un desahogo personal. Cuento con la suerte y el honor de pertenecer a grupos de investigación conformado por algunas de las mejores personas y docentes que conozco, lo cual ha hecho todo muy divertido e interesante. Pero siempre me hace falta ese algo extra especial. El brillo en la mirada de una persona que no sólo acaba de comprender algo, sino que disfrutó aprenderlo y está listo para utilizarlo en su vida. El agradecimiento sincero, aunque sea tácito, de quien halló su vocación y camino en parte con tu ayuda. Ese rincón en el corazón de todas las personas que compartieron contigo y con quienes lograste crecer mutuamente. Son cosas como esa a las que no se les puede poner precio y llenan la vida de color (seh, momento cursi del día patrocinado por Ricardo, jajaja). Hasta una próxima entrada y gracias por seguir leyendo estas locuras ocasionales. n_n

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo con separar las figuras del profesor docente y del profesor investigador.

    Ya que va en concordancia con la máxima: "produce gran cantidad de aquello en lo que tengas ventaja, e intercambialo por aquello de lo que careces"

    A medida que la población crece, la tendencia es a la mayor división del conocimiento, mayor especialización, mayor profundidad; es la manera en que la sociedad avanza hacia un mundo mejor.

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