domingo, 31 de diciembre de 2017

¡Gracias 2017!

Una tradición que he mantenido ya desde hace muchísimo tiempo (creo que incluso más de 10 años) es la de tomarme un momento al final de cada año y escribir un pequeño texto que exprese lo que siento y pienso acerca del año que expira. Este año, por supuesto, no será la excepción. Ha sido un año verdaderamente maravilloso, repleto de momentos increíbles y gente extraordinaria.

Indeed you did! :D

2017, un año bastante diferente, aunque continúa con la excelente serie de años que agradezco enormemente haber podido vivir. Este año conocí a muchas nuevas personas y conocí mucho más a otras que ya conocía. Comencé a incursionar en otras actividades laborales, empezando por trabajos freelance a través de internet y terminando en uno de los sitios más geniales en los que he estado: un sitio donde todo el mundo es brillante y apasionado, donde lo valoran y consienten a uno consistentemente y donde cada día se aprende una infinidad de cosas nuevas. Agradezco infinitamente formar parte de esta familia laboral, que me hizo sentir en casa desde el primer día (algo que, exceptuando mi casa misma, sólo había logrado la USB). Ya pronto cumpliré un año ahí y, si todo sale bien, será el primero de muchos. ¡Gracias, Mahisoft, por permitirme formar parte de su familia!

En la USB continúo haciendo lo que me apasiona: dar clases y compartir experiencias. Tuve la oportunidad de dar materias que me encantan como Lenguajes de Programación I y Traductores e Interpretadores. Además tuve la bonita experiencia de dar Computación I y de compartir con mucha otra gente de diferentes carreras. Siempre me había llegado el rumor de que esa materia no les importaba a quienes la veían, porque no les prelaba nada, pero lo que yo vi fue algo completamente distinto. Las personas realmente parecían disfrutar de ir a las clases y compartir, explorar nuevos horizontes y crecer. Agradezco muchísimo haber tenido esa experiencia y haber podido colocar aunque fuera un granito de arena, para que todas esas excelentes personas y futuros profesionales lleguen a ser tan grandes como sin duda lo merecen.

El cariño y aprecio que sentí durante todo el año, de estudiantes, colegas, amigos, todos, es una cosa que valoro inmensamente y me llena de dicha, además de inspirarme para continuar mejorando y dando todo por este trabajo tan genial. El año que viene promete ser genial también y comenzaré con un par de materias super divertidas de dar (que es un total secreto, por lo que, naturalmente, ya todo el mundo lo sabe - Derechos de autor a Dumbledore.)

Además del trabajo, el 2017 no se quedó atrás en experiencias alucinantes y divertidas. Por tercer año consecutivo, clasificamos a la final mundial de los maratones de programación ACM-ICPC, que se celebraron en Rapid City. Estados Unidos. Fue toda una travesía, como siempre, conseguir fondos para poder viajar, pero una vez más lo logramos y pude acompañar a un grupo de las más talentosas y brillantes personas que pudieran imaginar. ¡Rompimos el record de Venezuela! El equipo O(-1) logró resolver 4 problemas en el mundial y, además, un par de sus integrantes quedaron campeón y subcampeón, respectivamente, de la farandulosa competencia tangencial: Quest. En Rapid City además conocí a mucha más gente genial maratonista de todos sitios del mundo (en especial de Latino-América) y me reencontré con muchos otros que ya conocía y a los que les tengo un gran aprecio. Fue verdaderamente una experiencia excelente y agradezco mucho haber tenido la oportunidad de vivirla.

Para completar las buenas noticias respecto a los maratones de programación, unos meses más tarde se celebró nuevamente el maratón super regional latinoamericano y una vez más, por cuarta vez consecutiva, Venezuela logró clasificar al mundial. Esta vez fue de la mano de los "Super Pollos" un equipo de nuestra casa hermana, la UCV, formado por gente increíblemente buena, talentosa e inteligente, pero por sobre todo, trabajadora y muy buena persona. Estoy sumamente feliz por ellos y dispuesto a apoyarlos en todo lo que puedan necesitar, para que disfruten de su merecida experiencia y dejen el nombre de Venezuela por todo lo alto. ¡Qué orgullo ser parte de su historia!

Fue un año de excelente experiencias, de aprendizaje y de compartir. ¡Este año mi hermano le propuso matrimonio a su novia y van a casarse a principios de año! Ver sus caras de felicidad cuando están juntos es una de las cosas que más me llena el corazón, cómo sólo puede hacerlo ver feliz a alguien que quieres muchísimo. Estoy seguro que les aguarda una vida de felicidad y dicha juntos.

A mediados de año también tuve la oportunidad de ver convertirse una amistad en algo más, algo muy bonito y divertido, aunque fuera fugazmente y nuevamente con un desenlace novelezco (tengo bastante material ya, jajaja). Una relación que agradezco haber vivido, pues de toda experiencia sale un aprendizaje y fue una experiencia bonita, por el tiempo que así fue. No siempre las cosas salen como se quiere, pero siempre hay que agradecer la luz que implica la sombra y todo lo que fue, pues ahora es parte de nosotros mismos y de lo que seremos en el futuro.

En fin, fue un grandioso año repleto de experiencias y aprendizajes, un año que valdrá la pena recordar y por el cual estoy completa y profundamente agradecido. ¡Gracias a todos por ser parte de este genial año! Espero que sigamos compartiendo por muchos años más, aprendiendo más, conociendo más y creciendo más. ¡Gracias por leerme! Hasta una próxima entrada. :)

domingo, 10 de diciembre de 2017

Don't Panic!

A la hora de programar, uno de los errores más comunes en los que se puede caer es el de rendirse prematuramente y entrar en pánico: relegar el funcionamiento de nuestras ideas a la suerte y cambiar pequeñas cosas progresivamente, en intentos mecánicos y poco planificados, con la esperanza de que esa "magia oscura" que reina sobre los programas, finalmente comprenda lo que queremos decirle y la computadora haga lo que debe.

Hmm, súmale uno...
Bueno, no, réstale uno...
¿Y si cambiamos el menor por menor o igual?
¿...o mejor por mayor o igual?
¿...o mejor por un no igual?

Una vez aceptamos la verdad, resolver cualquier problema se hace mucho más sencillo y natural. El secreto es elemental y, sin embargo, completamente elusivo en nuestros primeros años como programadores: no hay tal cosa como la magia oscura. Todo lo que un programa hace es consecuencia lógica de aquello que escribimos, con reglas bien establecidas y concretas que podemos seguir meticulosamente, si tenemos la disposición y la paciencia para hacerlo.

Por esto, la mejor metodología a seguir cuando se programa es la de planificar antes de echar la primera línea de código, entender lo que se está haciendo e investigar cuando hayan dudas. En resumen: no entrar en pánico. Incluso las tecnologías que podrían parecer más extrañas se fundamentan en ideas y reglas básicas que pueden entenderse con calma y detenimiento.

En una época en la que la información es completamente ubicua, no tiene sentido estancarse al intentar entender un problema. Con tanta gente que programa, ha de haber al menos otra persona que se ha topado con un problema similar. ¡Ojo! Esto no quiere decir que en internet estará la solución exacta al problema, ni que se resolverá con un simple copy+paste (no suele funcionar así e, incluso si funcionara, de nada sirve arreglar un problema si no se entiende cómo se arregló, pues nos estamos condenando a repetirnos y a caer en los mismos problemas).

Una de las mayores fortalezas que puede desarrollar un programador es el reconocimiento de patrones. Y no me refiero a la técnica relativa al aprendizaje de máquina, sino a reconocer patrones en lo que hacemos y saber aprovechar esos patrones para ayudarnos a hacer nuestro trabajo. Muchas veces, las ideas se repiten y son aplicables a una gran cantidad de tecnologías y aplicaciones. Por eso, debe ser prioridad de cualquier programador aprender todo lo que pueda, sobre todo lo que pueda. Cuanto más experiencia tengamos, más fácil será reconocer patrones en las herramientas que usamos y los problemas que resolvemos.

Aunque parezca material de charla motivacional, el trasfondo es muy cierto e importante. He visto pasar mucho que la gente se hunde en sus propias inseguridades, temerosos de detenerse, pensar, entender y actuar. No me considero alguien particularmente brillante o talentoso, pero en la medida de lo posible intento no entrar en pánico. Todo problema que surge en nuestras vidas como programadores tiene una explicación y, en la mayoría de los casos, la solución está en nosotros mismos; sólo hace falta ser perseverantes, investigar y no conformarse con resolver sin entender lo que estamos haciendo. Con el tiempo, los patrones se harán evidentes y podremos resolver más y más problemas. ¡Es un ciclo de aprendizaje que crece y se realimenta a si mismo! Y todo comienza con no entrar en pánico. :)

Gracias por leer, hasta una próxima entrada. :D

martes, 12 de septiembre de 2017

¿Por qué no te has ido?

La gran pregunta... Una que me han hecho más veces de las que podría contar y es totalmente entendible. Con la difícil situación que vivimos en Venezuela, las escasas oportunidades de crecimiento y las limitaciones constantes, es natural que muchas personas busquen expandir su mundo y salir a explorar culturas que puedan adoptarlos. El "quiero graduarme para poder irme" es el nuevo lema de la universidad Venezolana, con sus aspectos positivos y negativos. Entonces, ¿por qué no me he ido?

El único e inigualable MYS. <3

Es una pregunta difícil de contestar. Con cada día que pasa, la opción de emigrar se hace más atractiva, pero confieso que aún no estoy ansioso ni deseoso de partir. La verdad, tuve la gran fortuna de encontrar algo que me apasiona y que me enamora cada día: dar clases en la Universidad Simón Bolívar. Adoro a mi país y, quizá aún más, adoro a mi alma mater y a su gente. Estoy orgulloso de ser parte de la formación de tan excelentes personas y profesionales, de poner mi granito de arena para que tantos a quienes he tenido el gusto de llamar amigos encuentren su camino al éxito. Además, he tenido la gran fortuna también de emprender otras experiencias que han enriquecido mi día a día, brindándome de un gran aprendizaje y un enfoque completamente distinto. Ha sido toda una aventura y me encanta cada segundo de lo que hago.

Es cierto que cada día es más complicado seguir dando clase: la situación general del país, las condiciones salariales que son un chiste, la infraestructura cada vez menos sólida de la universidad, los paros y muchas otras cosas más. Pero, a pesar de todo esto, a pesar de las pesadillas por las que todos pasamos a diario, el fuego en el alma de a quienes tengo el privilegio de enseñar, la sed de aprender y la determinación de crecer sigue siendo más fuerte que nunca. Es verdad que muchos quieren graduarse rápido para irse del país, pero no he visto a alguien que se haya ido y que no siga pendiente, que no ayude con lo que puede a su gente que sigue aquí, que no siga sintiendo cariño por ese sitio que los hizo quienes son hoy.

"¿No has buscado otras oportunidades afuera?" - me preguntan bastante. Si, una que otra vez he considerado opciones y me han hecho propuestas, pero hasta ahora ninguna que me haga decidir abandonar lo que tengo. Tiene que ser algo muy bueno y muy emocionante, como para que logre robarme de donde estoy. No niego la posibilidad de salir del país. De hecho, me gustaría, para explorar el mundo y conocer otras culturas. Pero mi corazón pertenece aquí, sin duda, y tarde o temprano terminaría por volver.

Hay muchas razones por las que no he buscado salir. Aquí tengo a mi familia, también a muchos amigos (aunque cada vez son menos los que quedan acá) y tengo a mi universidad. No es mi intención considerarme muy importante ni mucho menos, pero siento que debo seguir dando lo mejor de mí para ayudar a formar gente excelente. Ernesto (mejor conocido como Novich) y yo somos los únicos profesores con experiencia que quedamos en el grupo de lenguajes, una de las áreas centrales de la computación y, sin duda, entre las más exigentes. Confieso que es un gran orgullo y un privilegio compartir esa posición con una persona tan brillante, dedicada y excelente en su campo (además que yo vi Lenguajes de Programación I con él), así como también estoy orgulloso de compartir un departamento con tantos otros excelentes profesores y personas (aunque también, somos cada día menos).

Siento que tengo una responsabilidad moral con mi alma mater, de continuar regresando todo aquello que me dio y que me hizo quien soy. Nadie es imprescindible y sé que eventualmente la universidad se las arreglaría si tuviera que irme, pero aún así siento el deber moral de seguir ayudando. Incluso si me fuera, haría lo posible por mantenerme ligado a la universidad y ayudar de todas las formas que pueda. Éste es mi llamado, es mi pasión, es mi meta en la vida: ser lo mejor que puedo ser, para ayudar a otros a ser lo mejor que puedan ser también.

Y bueno, éstas son algunas de las mayores razones por las que continúo acá. ¡Gracias por leer! Hasta una próxima entrada. :)

sábado, 9 de septiembre de 2017

La formalidad

Todos los que me conocen bien saben que soy alérgico a las formalidades sociales que se imponen al lenguaje, la vestimenta y a el trato en general. Soy fiel creyente de que el respeto se gana con amistad, confianza y humildad, no con intimidación o distancia. No digo que toda expresión de formalidad sea negativa, pues existen personas que disfrutan de ser formales y lo han adoptado a su personalidad. Pero, para quienes no estamos en esa misma onda, las expectativas comunes son absolutamente innecesarias.

Ola, ke ase?

El lenguaje es una construcción completa muy rica, versátil y útil. El surgimiento de frases con mayor o menor grado de formalidad es común en una gran cantidad de lenguas (con orígenes diferentes), por lo que es natural pensar que clasificar a las personas y dirigirse a ellas de forma distinta, dependiendo de su clasificación, es algo instintivo de la especie humana. Sin embargo, en especial en el Castellano, las frases formales suelen ser mucho más largas, secas y carentes de emotividad. Mucho de la comunicación se pierde en el proceso. Frases como "Ante todo reciba usted un cordial saludo" son aburridas e impersonales. Mucho mejor es "¡Hola! ¿Cómo has estado?". En vez de decir que se envía un saludo cordial, ¿no es mejor enviar el saludo cordial directamente?

Me gusta creer que la gran mayoría de las personas que conozco son gente buena vibra, con quienes puede haber uno o más puntos que haga nacer amistades. ¿Y qué es un amigo sino una casualidad de tiempo y espacio? Todo el mundo tiene cosas geniales que compartir, si se está dispuesto a verlas y a compartirse uno mismo a cambio. Parte de esta filosofía, es que me niego a llamar a la gente por su título (ingeniero, licenciado, doctor, etc.), profesión (profesor, director, etc.) o incluso su apellido. Sólo llamo a las personas por algo distinto a su nombre cuando explícitamente me piden hacerlo y se convierten en excepciones a la regla. Además, muy rara vez "ustedeo" a las personas. Sólo lo hago cuando recién conozco a una persona, veo es de carácter tradicionalista y que, de no comenzar el contacto formalmente, podría verse confundida por el exceso de "confianza" de buenas primeras. Pero, a las pocas interacciones, no hay a quien no le hable de "tú" y por primer nombre, sean profesores, jefes, celebridades o cualquier otra persona.

Una parte importante de mi personalidad, aunque no suelo hacer énfasis en ello, es mi forma de vestir. Si me han visto regularmente, sabrán que mi elección usual de vestimenta es jeans y una franela, junto con una camisa manga corta encima. Esto lo hago de forma completamente intencional y consciente. No sólo me gusta en apariencia, sino que envía un mensaje importante: apertura. Soy una persona muy abierta a establecer nuevos contactos, a discutir nuevas ideas y a emprender nuevos proyectos; y no me considero más ni menos por hacerlo. Me gusta vestir de forma sencilla, alineado con como soy y mostrando al mundo que estoy abierto a recibirlo. ¿Siempre me visto así? Claro que no. Hay salvadas ocasiones que merecen la camisa manga larga cerrada y los pantalones de vestir (fiestas elegantes o cenas especiales) y en tales ocasiones elegantes, me gusta vestir elegantemente. Sin embargo, en mi día a día, prefiero mi propio estilo: sencillo, abierto y lo mejor combinado posible.

¿Por qué decido escribir sobre esto? Este blog lo abrí como un desahogo, cuando estaba en las etapas finales de mi tesis de maestría y no podía con la enorme presión que el trabajo me ponía. Desde ese entonces, sigo usando este blog como un desahogo: una especie de "diario público". Agradezco mucho a quienes se han tomado el tiempo de leerlo, pero es cierto que mucho de lo que escribo no son más que desahogos de la vida cotidiana. Escribo hoy esta entrada, para recordarme a mí mismo quién soy. Hace no mucho casi permito que alguien cambiara mi forma de ser completamente, pero finalmente el destino no quiso que tal transformación se llevara a cabo. Por difícil que fuera, debo agradecer a la vida y al destino por recordarme quién soy y todo lo que puedo lograr creyendo en lo que soy (es cursi, pero es cierto).

Éste ha sido sin duda uno de los años más exitosos de mi carrera, repleto de nuevas experiencias, contactos y oportunidades. Logré llegar a donde estoy siendo fiel a mi mismo, a mis creencias y a mis principios. Estoy muy feliz de haberme dado cuenta a tiempo, aunque tal realización fuera forzada y abrupta. Y bueno, esto es lo que quería compartir por ahora. Si estás entre los que lee estas locuras ocasionales, ¡gracias por la compañía digital! Hasta la próxima entrada. :)

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Se solicita un giratiempos

Tenía muchísimo tiempo sin escribir en este blog. De hecho, creo que es la primera publicación del año y es que este 2017 ha sido un año bastante movido, repleto de trabajo, experiencias, éxitos y fracasos. ¡Ha sido toda una aventura!

Uno de estos por favor y gracias. :)

Hoy escribo porque busco quien pueda prestarme un giratiempo en buen estado (de los que aparecen en los libros de Harry Potter - pero no un juguete, sino uno de verdad). Es abrumadora la cantidad de cosas y proyectos que tengo en mente y que, agregado a la enorme cantidad de cosas que ya hago, se convierte en algo muy ambicoso. ¡Pero no con un giratiempos! xD Seguramente no soy el único, pero me identifiqué completamente con Hermione cuando quiso asistir a más cursos de los que hubiera podido, ya que soy así. Confieso que en mis estudios de pregrado y postgrado vi créditos de más e incluso entré a varias materias como oyente. La verdad, me encanta aprender y compartir.

¡Y lo que hago me encanta! Me siento sumamente dichoso de estar donde estoy y de todas las personas con las que he compartido éste año. En particular, en lo profesional ha sido uno de los años más exitoso de mi carrera y, sin duda, uno de los más emocionantes. Y aún así tengo muchos más proyectos y objetivos en mente.

Como un ejercicio mental, quisiera aprovechar este espacio para presentarlos. ¿Qué cosas me gustaría hacer?

  • Escribir libros sobre temas que conozco, para compartir mi corta experiencia con el mundo y colaborar con el registro del conocimiento de la humanidad.
  • Escribir libros de ficción, dejando fluir esa vena artística que siempre ha estado latente. Tengo algunos trabajos a medio lograr (o mucho menos incluso), pero quisiera poder dedicar mucho más tiempo a esto.
  • Crear videos que sean públicamente disponibles, con los temas que manejo de computación. Eso podría servir para apoyar los cursos en la universidad y para extender la audiencia, para que más personas puedan aprovecharlos e incluso mejorarlos.
  • Retomar los cómics que hacía hace un tiempo. No hay nada tan bonito como regalar una sonrisa a una persona que ni siquiera está al lado tuyo. Intentar dar felicidad al mundo, aunque sea con algunos chistes gallos, siempre me llenó de dicha.
  • ¡Leer más! Por falta de tiempo no he leído tanto como he querido últimamente. Solía leer un par de libros al mes y, lamentablemente, eso ya no se cumple.
  • Hacer cursos en muchísimas disciplinas, de computación, de física, de matemáticas, de filosofía, de todo lo interesante y fascinante que el mundo provee.
  • Aprender y practicar idiomas. Hablo de forma casi nativa el Inglés (ya que viví en Estados Unidos cuando era niño), pero no es suficiente. El mundo está lleno de gente fascinante y mientras más idiomas uno sepa, más oportunidades tiene de compartir ese mundo. Hace un tiempo aprendí las bases de Portugués (completé el árbol de Duolingo), pero fue a un nivel tan básico que aún no lo considero aprendido como tal.
  • Aprender mucho más sobre el lado industrial de mi carrera: de desarrollo, arquitectura de software, herramientas modernas, etc. Este objetivo lo he ido logrando poco a poco, especialmente durante este año, pero aún me queda muchísimo por aprender.
  • Involucrar a muchas más personas y universidades del país en los maratones de programación. Esparcir la pasión por nuestra carrera, por aprender y por ser cada día mejores.
  • Viajar y conocer el mundo, sus personajes, sus paisajes y sus enseñanzas.
¡Y hay mucho más! Esto es tan sólo una pequeña muestra de una lista que crece con cada día que pasa. Entonces, ¿alguien tiene ese giratiempo para que me lo preste? xD Gracias por leer, hasta una próxima entrada. :)